1-TERUEL (TIRWAL)
Teruel, en árabe Tirwal fue la sede del Iqlim perteneciente a la Cora de Santavería y actualmente la ciudad española, capital de la provincia del mismo nombre que posee un gran patrimonio artístico mudéjar y está localizada en la confluencia de los ríos Guadalaviar y Al-fambra formando así el río Turia.
Desde la antigüedad estuvo poblada por pueblos iberos que fundaron un asentamiento que llamaban Turboleta.
El topónimo Turboleta procede del término vasco-ibero “iturolueta” que significa “lugar de fuente o manantial”. Tras las investigaciones arqueológicas sean encontrados testimonios en el yacimiento del Alto Chacón.
Con la llegada de los ejércitos romanos a Carpetania a partir del 182 a. C se inicia la romanización en la región donde se encuentra Teruel que se incorpora a la civilización romana. Testimonio de su presencia son los restos de las poblaciones cercanas como los de Cella.
En el año 711 d. C. con la presencia árabe en Hispania, fundarían la Medina de Tirwal, en la actual Teruel en el barrio de la judería y cuyo nombre procede del árabe que significa “torre” siendo un enclave musulmán en el año 935.
Sería en 1 de octubre del 1171 cuando el rey aragonés Alfonso II El Casto conquista Tirwal con la idea de reforzar la frontera meridional del reino, amenazada por la toma de Balansiya (Valencia) por los almohades. En el 1171 se fundaría definitivamente la ciudad de Teruel, otorgándole fueros y privilegios para contribuir a la repoblación de la zona.
La fundación de Teruel produjo un cambio sin precedentes en la estructura política y territorial del sur de Aragón pues el predominio de Albarracín y la Alfambra de la época musulmana quedaron relegados a un segundo término bajo la jurisdicción del nuevo Señorío.
Según cuenta la leyenda la relación de la ciudad de Teruel y el toro se remonta a que cuando se fundaba una ciudad nueva los sabios y las gentes principales se reunían y buscaban los augurios de diversas señales y presagios que eran positivos para el destino de la ciudad y si un toro mugiera desde lo alto, era el lugar adecuado para que la plaza principal, hoy la Plaza del Torico y sobre el toro brillara una estrella. Otros autores relacionan el nombre de la ciudad que proviene de la palabra “toro” y el nombre de la estrella (Actuel) que forma la palabra “Toroel” y de aquí después “Teruel”. Esta leyenda contribuyó a que la actual bandera y el escudo de la ciudad contengan el monumento a las vaquillas.
Tras su fundación y posterior repoblación se constituyó la Comunidad de Teruel formando un conjunto de aldeas en el entorno del municipio.
Durante la Baja Edad media, la población de Teruel interviene en la conquista de Valencia por Jaime I El Conquistador y posteriormente en “la Guerra de los dos Pedros” contra Castilla siendo otorgado el título de ciudad en 1347 por el rey Pedro IV El Ceremonioso de Aragón. Es objeto de mención la importancia que tuvieron las comunidades judía y mudéjar en la vida social y económica de la ciudad desde que se consolidarán sus aljamas hasta finales del siglo XIII.
Un hecho muy relevante en la historia se produjo en las llamadas Alteraciones de Teruel y Albarracín. Reinando el rey Felipe II el Tribunal de la Inquisición cometía continuos contrafueros y estos hechos no fueron aceptados por estas poblaciones porque se provocaban alteraciones populares, a veces de violencia contra los inquisidores. En el año 1572 se provocaron tales altercados y el rey ejerciendo su autoridad envió un ejército castellano el mando del Duque de Segorbe a invadir Teruel. Se sucedieron algunos combates por parte de las fuerzas en conflicto pero finalmente la plaza se rindió el Jueves Santo de aquel año. Durante una semana se ajusticio a los cabecillas en los Jardines del Barón de Escriche, actual plaza de San Juan. Éstos hechos desacreditaban enormemente a la foralidad aragonesa.
A principios del siglo XIX durante la Guerra de la Independencia (1808-1814) en Teruel se recibieron las órdenes del Capitán General de Aragón D. José Rebolledo de Palafox para levantarse en armas contra los franceses. Sin embargo pocos meses después y con escasa resistencia fue ocupado por el ejército invasor francés al mando del Mariscal Suchet, los cuales mantuvieron su presencia hasta la evacuación en 1813. Los franceses volaron varias edificaciones civiles de la ciudad y conventos quedando como herencia de estas destrucciones los espacios abiertos de la plaza del Seminario y el Ovalo.
El año 1817 se ejecutaron obras de reparación en el seminario que había sido sede de las guarniciones francesas durante la guerra.
Tras la Guerra de la Independencia en el siglo XIX, fue lugar de correrías de los famosos guerrilleros Barber, Cantarero, Villacampa y Nebot quien dirigían sus partidas de patriotas y fue el azote de los invasores franceses por sus acciones bélicas en la comarca de Aragón.
En el año 1833, Javier de Burgos ministro de Fomento realiza la división administrativa del reino de España, e inscribe a Teruel, como capital de la provincia del mismo nombre en la administración comarcal de Aragón.
Las Cortes de Cádiz suprimían los Señoríos jurisdiccionales mediante el Decreto del 6 de julio de 1811, pero una vez derrotados los franceses y expulsados de España, los avatares políticos (vuelta al absolutismo) hicieron frenar las reivindicaciones de los ayuntamientos de recuperar la plena jurisdicción sobre el territorio del municipio y sería en 1834, cuando tras la introducción del régimen liberal, definitivamente queda abolido el régimen señorial.
A lo largo del siglo XIX, durante la vigencia de los distintos gobiernos liberales se van a producir las “desamortizaciones” que es un proceso de expropiación o nacionalización de las propiedades de la Iglesia en concepto de venta de los llamadas “manos muertas”, nombre que recibieron las instituciones como la Iglesia y los Consejos que no podían vender sus tierras.
Teruel, en árabe Tirwal fue la sede del Iqlim perteneciente a la Cora de Santavería y actualmente la ciudad española, capital de la provincia del mismo nombre que posee un gran patrimonio artístico mudéjar y está localizada en la confluencia de los ríos Guadalaviar y Al-fambra formando así el río Turia.
Desde la antigüedad estuvo poblada por pueblos iberos que fundaron un asentamiento que llamaban Turboleta.
El topónimo Turboleta procede del término vasco-ibero “iturolueta” que significa “lugar de fuente o manantial”. Tras las investigaciones arqueológicas sean encontrados testimonios en el yacimiento del Alto Chacón.
Con la llegada de los ejércitos romanos a Carpetania a partir del 182 a. C se inicia la romanización en la región donde se encuentra Teruel que se incorpora a la civilización romana. Testimonio de su presencia son los restos de las poblaciones cercanas como los de Cella.
En el año 711 d. C. con la presencia árabe en Hispania, fundarían la Medina de Tirwal, en la actual Teruel en el barrio de la judería y cuyo nombre procede del árabe que significa “torre” siendo un enclave musulmán en el año 935.
Sería en 1 de octubre del 1171 cuando el rey aragonés Alfonso II El Casto conquista Tirwal con la idea de reforzar la frontera meridional del reino, amenazada por la toma de Balansiya (Valencia) por los almohades. En el 1171 se fundaría definitivamente la ciudad de Teruel, otorgándole fueros y privilegios para contribuir a la repoblación de la zona.
La fundación de Teruel produjo un cambio sin precedentes en la estructura política y territorial del sur de Aragón pues el predominio de Albarracín y la Alfambra de la época musulmana quedaron relegados a un segundo término bajo la jurisdicción del nuevo Señorío.
Según cuenta la leyenda la relación de la ciudad de Teruel y el toro se remonta a que cuando se fundaba una ciudad nueva los sabios y las gentes principales se reunían y buscaban los augurios de diversas señales y presagios que eran positivos para el destino de la ciudad y si un toro mugiera desde lo alto, era el lugar adecuado para que la plaza principal, hoy la Plaza del Torico y sobre el toro brillara una estrella. Otros autores relacionan el nombre de la ciudad que proviene de la palabra “toro” y el nombre de la estrella (Actuel) que forma la palabra “Toroel” y de aquí después “Teruel”. Esta leyenda contribuyó a que la actual bandera y el escudo de la ciudad contengan el monumento a las vaquillas.
Tras su fundación y posterior repoblación se constituyó la Comunidad de Teruel formando un conjunto de aldeas en el entorno del municipio.
Durante la Baja Edad media, la población de Teruel interviene en la conquista de Valencia por Jaime I El Conquistador y posteriormente en “la Guerra de los dos Pedros” contra Castilla siendo otorgado el título de ciudad en 1347 por el rey Pedro IV El Ceremonioso de Aragón. Es objeto de mención la importancia que tuvieron las comunidades judía y mudéjar en la vida social y económica de la ciudad desde que se consolidarán sus aljamas hasta finales del siglo XIII.
Un hecho muy relevante en la historia se produjo en las llamadas Alteraciones de Teruel y Albarracín. Reinando el rey Felipe II el Tribunal de la Inquisición cometía continuos contrafueros y estos hechos no fueron aceptados por estas poblaciones porque se provocaban alteraciones populares, a veces de violencia contra los inquisidores. En el año 1572 se provocaron tales altercados y el rey ejerciendo su autoridad envió un ejército castellano el mando del Duque de Segorbe a invadir Teruel. Se sucedieron algunos combates por parte de las fuerzas en conflicto pero finalmente la plaza se rindió el Jueves Santo de aquel año. Durante una semana se ajusticio a los cabecillas en los Jardines del Barón de Escriche, actual plaza de San Juan. Éstos hechos desacreditaban enormemente a la foralidad aragonesa.
A principios del siglo XIX durante la Guerra de la Independencia (1808-1814) en Teruel se recibieron las órdenes del Capitán General de Aragón D. José Rebolledo de Palafox para levantarse en armas contra los franceses. Sin embargo pocos meses después y con escasa resistencia fue ocupado por el ejército invasor francés al mando del Mariscal Suchet, los cuales mantuvieron su presencia hasta la evacuación en 1813. Los franceses volaron varias edificaciones civiles de la ciudad y conventos quedando como herencia de estas destrucciones los espacios abiertos de la plaza del Seminario y el Ovalo.
El año 1817 se ejecutaron obras de reparación en el seminario que había sido sede de las guarniciones francesas durante la guerra.
Tras la Guerra de la Independencia en el siglo XIX, fue lugar de correrías de los famosos guerrilleros Barber, Cantarero, Villacampa y Nebot quien dirigían sus partidas de patriotas y fue el azote de los invasores franceses por sus acciones bélicas en la comarca de Aragón.
En el año 1833, Javier de Burgos ministro de Fomento realiza la división administrativa del reino de España, e inscribe a Teruel, como capital de la provincia del mismo nombre en la administración comarcal de Aragón.
Las Cortes de Cádiz suprimían los Señoríos jurisdiccionales mediante el Decreto del 6 de julio de 1811, pero una vez derrotados los franceses y expulsados de España, los avatares políticos (vuelta al absolutismo) hicieron frenar las reivindicaciones de los ayuntamientos de recuperar la plena jurisdicción sobre el territorio del municipio y sería en 1834, cuando tras la introducción del régimen liberal, definitivamente queda abolido el régimen señorial.
A lo largo del siglo XIX, durante la vigencia de los distintos gobiernos liberales se van a producir las “desamortizaciones” que es un proceso de expropiación o nacionalización de las propiedades de la Iglesia en concepto de venta de los llamadas “manos muertas”, nombre que recibieron las instituciones como la Iglesia y los Consejos que no podían vender sus tierras.
