Según la
tradición, en un tiempo impreciso, probablemente a partir de la reconquista de la villa por Sancho Ramírez en 1083, unas luces señalaron una cavidad de la
roca donde se encontró una imagen de la
Virgen, llamada desde entonces, de la Peña. Allí se construyó en el s. XIII una
capilla románica de la que solo queda parte de un muro en el templo actual.