Y es también en
Sevilla donde nos encontramos con la taberna más antigua, no solo de
España, sino de Europa. Se llama Taberna de Las Escobas y sus comienzos se remontan al año 1.386. En un principio su dueño se dedicaba a fabricar escobas, de ahí el nombre del establecimiento, pero enseguida empezó también a despachar vino a los transeúntes y residentes, de esta manera rentabilizaba más su negocio. Poco a poco fue dejando el oficio de escobero y se empleó a fondo en el de tabernero. La situación de la taberna justo enfrente de la
Puerta del Perdón, (una de las 8
puertas que tiene la
Catedral de Sevilla), hizo que al tener el
mercado en los alrededores de la misma, fuera visitada por truanes y pendencieros los días de trueques, y los demás días por gente de almoneda.
A través de tiempo, y cuando la ciudad se convierte en
puerto de Indias, era visitada por multitud de viajeros y es entonces cuando la Taberna de Las Escobas se tornó en
Posada necesaria para repostar el buen vino. Acudían escritores, poetas, pintores, escultores..., incluso se cree que hasta el mismísimo Cristóbal Colón. En los Siglos de Oro se reunieron alrededor de sus mesas personajes como Cervantes o Lope de Vega. Durante el Romanticismo, pudieron componer versos entre la penumbra de la taberna poetas como Béquer, Lord Byron, novelistas y dramaturgos como Alejandro Dumas,... Y la generación del 98, así como los Hermanos Álvarez Quintero, hicieron de ella un lugar de cita necesaria.
En la actualidad sigue conservando la autenticidad de su
historia y por ello entrar en la taberna, es disfrutar de un viaje en el tiempo.