Esta grandiosa ciudad, que, de una otra forma es la ciudad del sol, es decir una Heliópolis, no podía concebirse sin su río, El Betís, y ese equipo verde y blanco que hace que sea reconocida por paralelos y meridianos. Betis.. Y al reves Tisbe. Como aquella gran amante de la mitológia griega, Viva Nuestro Río, Nuestro estadio y por supuestísimo, nuestro gran, real, y fantástico BETIS.