ECIJA: VI. ECIJA....

VI. ECIJA.

Es un municipio perteneciente a la provincia de Sevilla, ubicado en la Comarca de Écija y a una distancia de 86,2 km de Sevilla Capital.
El municipio de Écija engloba en, junto al municipio a ocho entidades pedáneas como son: La Aceñuela, Los Arenales, Cerro Perea, Isla de Vicario, Isla Redonda, San Antón, Villanueva del Rey y Navalagrulla.
El gentilicio de sus habitantes es astigitano o astigitana aunque también son válidos ecijano o ecijana. El nombre de astigitano provienen del antiguo nombre de la ciudad llamada Astigi y durante la época romana cambió a Colonia Augusta Firma.
Tras la invasión islámica cambió por el nombre de Istichacha, cambiando a Medina Alcotón, debido al cultivo del algodón de la zona...

1. HISTORIA DE ECIJA.

El desarrollo de la historia de Écija es la siguiente:

-Prehistoria.

Este periodo se puede dividir en diferentes etapas:

-Paleolítico.

En la comarca astigitana se han encontrado restos arqueológicos de la existencia en el Paleolítico de asentamientos de cazadores y recolectores por la presencia de unas culturas iniciales de graveras por la presencia de cantos tallados. Estas culturas estarían encuadradas en el Pleistoceno Medio, localizadas en las terrazas altas del Genil.
En el Pleistoceno Superior el asentamiento humano estuvo localizado en las terrazas bajas con la presencia de cantos tallados y piezas sobre lascas en cuarcitas y sílex.

-Neolítico.

Es el paso del nomadismo al sedentarismo poblacional y en esta comarca surge un poblado al aire libre, sin trazado ni urbanismo.
Otras características de este período es la invención de la cerámica llamada a la almagra, cuya característica es su color rojo intenso debido al óxido de hierro y en la acción oxidante de la cocción de las piezas.

-Calcolitico.

Se observa la excavación de cuevas artificiales para el enterramiento colectivo siendo la tipología típica de una semiesfera era con un corredor de entrada orientado hacia el Sureste excavadas en la greda donde se depositaban los muertos con sus ajuares funerarios o también adoptan la forma de un pozo piriforme o silo.
En la comarca de Écija se han encontrado innumerables silos aunque falto de comprobar si pertenecían a enterramientos colectivos o a silos destinados para almacenar granos calcoliticos o pertenecientes a otras culturas posteriores.
En Écija se encontró el vaso campaniforme y fue encontrado en el 1888 y depositado en el Museo Arqueológico de Sevilla. También las puntas de flecha tipo Palmela del contexto campaniforme fue hallado también en Écija.
Esto indica que hay una conexión cultural con la región portuguesa de la desembocadura del Tajo a través de Extremadura y Sierra Morena.

-Edad de Bronce.

La calcolitización seguía estable y difícilmente se desarraigó con la Edad de Bronce. Las modificaciones fueron mínimas con las intrusiones metalúrgicas nuevas como la de plata, y un nuevo tipo de puñal o espada de remaches en la empuñadura pero sí apareció el enterramiento individual.
El núcleo de población se asentó en el siglo IX a. C en el Cerro del Alcázar o de San Gil conocido como “El Picadero” siendo menos fortificado junto al curso del río Genil. Era una zona apta para la agricultura y las casas estaban dispuestas de forma oval o circular, totalmente diseminadas sobre el poblado.
En la segunda mitad del siglo VIII a. C. y el siglo posterior (Siglo VII a. C) se produce un gran crecimiento demográfico.
En la etapa del Bronce final en los enterramientos se practica el rito de la cremación y luego se utilizan losas o estelas grabadas para señalar el lugar.

-Edad Antigua.

Tras la presencia romana en la península Ibérica en el siglo II a. C se borrara toda la cultura ibérica. En el año 14 a. C, en la época de Augusto se funda el poblado turdetano Colonia Augusta Firma para solucionar la presencia de los soldados que procedían de las guerras así como la de los que se quedaban en Hispania tras la finalización de las guerras cántabras.
Esta fundación se adscribe a la tribu romana Papiria cuando lo normal era que en las fundaciones augustas hispanas lo hicieran a la tribu Galería.
Esta Colonia Augusta Firma fue cabeza del convento jurídico romano, uno de los cuatro de la provincia romana La Bética donde se integraban las ciudades de Tucci (Martos), Iptuci (Prado del Rey), Ucubi (Espejo), Antikaria (Antequera), Urso (Osuna) y otras de difícil localización.
Su designación fue relativamente temprana, quizás durante el periodo del Emperador romano Claudio.
La superficie alcanzaba las 66 Hectáreas no siendo todas asignables a la fundación pero hasta el siglo III la ciudad fue creciendo y a la vez transformándose. Las calzadas principales era la Vía Augusta que unía Astigi hacia el este de Córdoba y hacia el oeste Híspalis pasando por Obulcula y Carmo.
. A su importancia estratégica sobre la Vía Augusta y junto al cauce del Genil conocido como Singilis, antiguamente navegable hasta la ciudad que unía la preeminencia de Astigi en el sistema de exportación a larga distancia de aceite de oliva por todo el Imperio Romano.
Ya en la década del año 60 d. C Astigi cuenta con un Foro romano con el que adquiere fama y notoriedad en toda la región así como lujosas termas debidas al Prefecto Longino de la tribu Papiria y el amplio anfiteatro construido en una de sus vías, el Decumano máximus, al lado derecho de la calzada militar o Via Augusta que procedía de Híspalis.
En esta época estaba muy avanzada la construcción de un puente de piedra construido sobre el río Singilis (Genil). en sustitución de otro precario construido en madera.
La ciudad era amurallada con su color rojo al exterior y blanco en el interior. Entre ambas murallas el relleno alcanzaba hasta las almenas.
Algunos historiadores comentan que la batalla de Munda entre las tropas de Julio César y su rival Pompeyo se produjo en las cercanías de Astigi el 17 de marzo del 45 a. C. Esta gran batalla correspondiente a la Segunda Guerra Civil Romana donde venció definitivamente Julio César, hoy se la ubico en la loma cercana al castillo de Aljonoz, antigua fortaleza árabe situada en el término municipal entre las localidades de Herrera y Écija, muy próxima al río Genil.
La leyenda atribuye a Pablo de Tarso la fundación de la Diócesis ecijana por haber sido la primera capital de La Bética con sede episcopal.

-Época Visigoda.

En la Hispania visigoda fue sede episcopal de la Iglesia católica entonces conocida como Astigi, dependiente de la Archidiócesis de Sevilla que comprendía la antigua provincia romana de La Bética en la diócesis de Hispania. Seria Fulgencio Cartagena el obispo de Astigi y como tal asistió al II Concilio Hispalense celebrado en 610 d. C..