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. Viviendas en Calle Císter, MALAGA

HISTORIA EDIFICIOS CIVILES DE MÁLAGA.
DENOMINACIÓN.................. .. Viviendas en Calle Císter.
DIRECCIÓN..................... ........ Calle Cister nº 17.
TIPOLOGÍAS.................... ....... Viviendas Plurifamiliares.
ACTIVIDADES................... ...... Actividad Residencial.
P. HISTÓRICOS.................... ... Edad Contemporánea
CRONOLOGÍA.................... ....1927.
AGENTES.
TIPO.......................... .............. Arquitectos.
NOMBRE........................ ......... Antonio Palacion Ramilo.
ACTUACIÓN..................... ...... Proyecto.
FECHA......................... ..........1927

Descripción
El proyecto diseñado por Antonio Palacios se localiza en la esquina de la Calle Císter con la Calle Alcazabilla, ocupando un punto de gran intensidad histórica y urbana estableciendo la difícil transición entre el entorno de la Alcazaba, el Palacio de la Aduana y el ámbito urbano de la Catedral.
De hecho el proyecto queda resuelto en el marco de la propuesta que Antonio Palacios realiza para la ordenación y el diseño de edificaciones que vendrían a resolver la Calle Alcazabilla. Se trata de un solar de forma irregular de unos 180 metros cuadrados de superficie. De geometría alargada, el solar se sitúa paralelo a Calle Císter presentando por tanto la fachada de mayor dimensión hacía esta calle. El proyecto resuelve con un chaflán curvo el encuentro de ambas calles.
El proyecto compatibiliza el uso residencial con el uso comercial, en un edificio de cinco plantas. Desarrolla dos viviendas por planta de unos 88 metros cuadrados, tres locales de 60 metros cuadrados y dos oficinas de unos 80 metros cuadrados. La construcción ocupa el 100% del solar, siendo su edificabilidad del orden de 4,55 y una superficie construida total de 820 metros cuadrados. Los parámetros indican una propuesta de gran densidad por parte de Antonio Palacios para esta zona de la ciudad con la que se decantaba por un borde de la Alcazaba de gran carácter urbano, carácter totalmente inexistente en el momento de la apertura de la calle Alcazabilla. El arquitecto trata de dar una respuesta formal al perfil de la Alcazaba, planteando un proyecto que renuncia a una homogeneidad en cuanto a alturas, estilos o densidades para construir un perfil irregular, trabajando con licencias pintoresquistas de origen islámico, en la que los elementos compositivos y formales del proyecto del edificio construido por el arquitecto aparecen en varios edificios, dando una coherencia formal a la variedad de la propuesta.
La propuesta arquitectónica del autor para el edificio de viviendas en Calle Císter lo podemos entender en una línea de transición en la que conviven estos elementos pintoresquistas con una propuesta de gran modernidad. El edificio se compone de un volumen cerrado alineado a vial al que se le superponen unos volúmenes también de gran compacidad y limpieza en los que la ornamentación neo-mudéjar se concreta en los arcos de herradura de la última planta. El plano de fachada se retranquea, creando un patio a fachada que sirve para marcar el acceso al inmueble. Este vaciado se resuelve a partir de unos balcones curvos que consiguen una tensión con la compacidad del resto de la fachada. Bajo ellos, la entrada al inmueble opta por una estética Art Decó con el uso de un orden arquitectónico dórico de gran simplicidad y un trabajo en mármol de los paramentos del vestíbulo que se recrea en el exotismo geométrico propio de este estilo.
La vivienda, construida en la segunda mitad de los años veinte, supuso un contraste profundo con la estética generalizada del regionalismo de Guerrero Strachan y Daniel Rubio, introduciendo en épocas tan tempranas la simplificación volumétrica en la propuesta doméstica de la Málaga del siglo X
Datos Históricos
El proyecto de edificio residencial plurifamiliar entre medianeras en Calle Císter se vincula necesariamente a la relación que el arquitecto Antonio Palacios mantuvo a partir de su matrimonio con una malagueña con la ciudad entre los años 1926 y 1936. Aunque la obra construida de este arquitecto es escasa en Málaga, ha quedado documentado su implicación y compromiso con la transformación urbana que caracteriza las décadas de los años veinte y treinta. Tal y como apunta María Morente, Antonio Palacios sería testigo y partícipe de un momento de gran actividad urbana que hace palpable un cambio de rumbo en la misma definición identitaria de la ciudad de Málaga; confirmado ya el fracaso de la aventura industrial, la ciudad se aferra a su potencial turístico como vía económica alternativa:
"Estas transformaciones desvelan un cambio de identidad. Fracasadas las antiguas actividades económicas dominantes, la ciudad se ve abocada a buscar el aliento económico que decididamente le aportará la actividad turística. " Esta situación justifica las fuertes transformaciones que se consuman en las décadas siguientes"
Es en este contexto de transformaciones urbanas y de redefinición donde podemos entender las aportaciones de Antonio Palacios a la fisonomía contemporánea malagueña. Junto con su participación en el Plan de Grandes Reformas de 1929, queda documentada su aportación a dos intervenciones urbanas emblemáticas en el centro histórico de la ciudad: el arquitecto jugará un papel crítico en la recuperación de la Alcazaba a principios de los años treinta en cuyo entorno inmediato se localiza la vivienda en la que jugará un papel crítico. Junto con éste el proyecto para la calle Alcazabilla, cuya participación queda documentada con los bocetos realizados por el arquitecto. El encargo abarcaba tanto la ordenación de esta calle que había sido abierta a los pies de la Alcazaba en los años veinte como el diseño de los edificios que la conformarían.
El proyecto de edificación de las viviendas en Calle Císter se encuentran en la esquina con Calle Alcazabilla y debe entenderse por tanto dentro de la propuesta global que Antonio Palacios realiza para la ordenación de la Calle Alcazabilla, teniendo el proyecto arquitectónico un valor añadido urbano al simplemente arquitectónico. Sin embargo, la calle Alcazabilla tal y como es proyectada por Antonio Palacios nunca llega a realizarse. El arquitecto planteó en su momento construir en su totalidad el lado este de la calle colmatando así la zona baja de la Alcazaba (en la zona ocupada por el teatro romano). En la actualidad la calle Alcazabilla queda abierta, excepto en su extremo norte, hacia la Alcazaba y el teatro romano, teniendo construido por tanto sólo una de sus fachadas.
Patrimonio Inmueble de Andalucía
(23 de Agosto de 2020)