Se trata de una de las principales
calles del
centro histórico, que discurre desde la
plaza del Siglo hasta la plaza de la Marina, en un recorrido paralelo a la
calle Larios.
Su nombre está dedicado al turolense José Molina Lario, obispo de
Málaga entre 1776 y 1783, bajo cuya dirección se realizó el
acueducto de
San Telmo y muchas otras obras en la ciudad.
Entre sus
edificios destacan la
Catedral, el
Palacio Episcopal y el
Hotel Málaga Palacio.