A la derecha, el hostal. Allí quedábamos para tomar la primera liga de la noche. Que pena que lo hayan cerrado, verdad? César, el camarero era un tio de p.m. Haber si se anima y lo vuelve abrir. Alli hemos jugado muchas partidas de cartas. Besos a todos los orcereños, de una que vive fuera pero veranea siempre allí.