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JIMENA: Democracia al canto....

La Codorniz

La Codorniz fue una revista de humor gráfico y literario publicada en España desde 1941 a 1978.

Se autoproclamaba «La revista más audaz para el lector más inteligente», y posteriormente también «Decana de la prensa humorística». Y sin duda fue una de las más longevas publicaciones de humor, sirviendo de inspiración a las posteriores El Papus, Hermano Lobo, Por Favor y El Jueves.

Fue fundada por Miguel Mihura, aunque fue su sucesor en la dirección en el año 1944, el escritor Álvaro de Laiglesia quien le daría el toque personal que caracterizaría a la revista. Aumentó el tamaño de la revista a 28x38 cm y en ella colaboraron Mingote, Chumy Chúmez, Máximo, Gila, Serafín, Oscar Pin (pseudónimo de Fernando Perdiguero Pérez), Perich, Ops (posteriormente conocido como El Roto), Forges y Rafael Azcona, entre otros como Conchita Montes o Julio Penedo (Jupe).

Tuvo varios problemas con la censura (especialmente por Artículo 2.º de la Ley de Prensa) y sufrió numerosas multas, apercibimientos y, de modo irremediable, suspensiones en 1973 y 1975. Así mismo es víctima, o quizá disfruta, de múltiples leyendas urbanas referidas a portadas y artículos que nunca publicó y sin embargo son famosísimos.
El himno [editar]

Tal vez sea poco conocido, incluso por los lectores de la época, que "La Codorniz" poseyó un himno propio, compuesto en los albores de su creación y con el sello de surrealismo característico del humor de Antonio Lara de Gavilán (Tono). La música era un vals de ritmo caricaturesco y la letra decía aproximádamente así:

"La primavera ha llegado,

¡Ay Don José!.
Pongase usted el traje blanco
y el "canotier",
suba en su bicicleta
a pasear
y oiga por todas partes
este cantar:

Codorniz,
¡Chin pon, chin pon!,
es un ave paticorta
con un pico en la nariz.

Codorniz,
se alimenta de gramíneas,
de caviar y de lombriz.
¡Codorniz, Codorniz, Codorniz!
Sale todas las semanas
para hacerle a usted feliz.

Y en el fondo de un jardín,
apoyada en un jarrón,
Edelmira mira a Flavio
y le suelta esta canción.
¡Chin pon, chin pon!:

Codorniz,
¡Chin pon, chin pon!,
es un ave paticorta
con un pico en la nariz.

Codorniz,
se alimenta de gramíneas,
de caviar y de lombriz.
¡Codorniz, Codorniz, Codorniz!
Sale todas las semanas
para hacerle a usted feliz.

¡Iiiiizzz! (copiado de Wikipedia)

Os acordais de la revista?

Me acuerdo de una de sus portadas "celebres".
Cuando todo el mundo vivía en la ignomínia, el culto, el rezo, las celdas, cuando los jóvenes, no podían ni divertirse, cuando vivir era una quimera, solo había muerte y destrucción, dichos jóvenes soñaban con la otra vida, en ésta no eramos felices, enfín, no puedo recordar mi juventud porque lloro (de risa de las estupideces que ahora se cuentan de entonces), pues bien dicha portada era "UNA ESCOBA BARRIENDO CURAS Y GUARDIAS CIVILES", todo eso en los "mismisimos tiempos del DIABLO EXTERMINADOR".

En vida del "DIABLO EXTERMINADOR" no te lo crees ni tú!

Un saludo

¿Por qué se pondrá en evidencia lo que son hechos contrastados? Por eso hoy en día ocurre lo que ocurre, solo nos interesan cierto tipo de historias, no todas las que ha sucedido.
Negar por negar es falsear la historia, pero a eso ya estamos acostubrados, unos cuantos dicen lo que otros quieren oir y ¡ya está! lo demás son puras invenciones y encima se prgonan "aladines de la libertad, siempre que todos los demás (por supuesto que no piensen como ellos) esten "muertos"".

Diario Madrid
De Wikipedia, la enciclopedia libre

El diario Madrid fue un periódico que se publicó en Madrid (España) entre 1939 y 1971.

Juan Pujol Martínez, que durante la Segunda República había dirigido el diario vespertino de orientación derechista Informaciones (propiedad de Juan March) y había sido diputado en las listas de la CEDA, optó y obtuvo una de las pocas licencias de apertura de periódicos que se concedieron tras el final de la Guerra Civil Española. En sus inicios, el diario Madrid fue un periódico modesto, sin grandes aspiraciones y que llegó a alcanzar a finales de los años 50 una tirada de 60.000 ejemplares.

En 1962, la cabecera es adquirida por la sociedad Fomento de Actividades Culturales, Económicas y Sociales (FACES), integrada por diferentes corrientes afines al régimen franquista. En 1966, Rafael Calvo Serer, notable miembro del Opus Dei y partidario de Juan de Borbón, se hace con el control de la empresa editorial y nombra a Antonio Fontán director del periódico. Es en esa época cuando un excelente plantel de periodistas comienza a trabajar en la redacción del diario Madrid: Miguel Ángel Aguilar, José Oneto, José Vicente de Juan o Alberto Míguez.

A partir de ese momento, Madrid se convierte en un referente de las corrientes aperturistas que empezaban a despuntar en el crepúsculo de la dictadura. Es el periódico más destacado de la llamada "prensa independiente" (junto con Nuevo Diario y El Alcázar) y se caracteriza por la expresión de ideas propias con frecuencia muy críticas con el régimen. Comienzan también de manera tímida y sutil a reclamar una mayor apertura democrática y una mejor defensa de las libertades y los derechos individuales.

Esta nueva línea editorial le provocó graves dificultades con el Gobierno. Un artículo de Calvo Serer, publicado en 1968, en el que de manera indirecta y mediante una sutil comparación con Charles De Gaulle, demandaba la retirada del poder de Francisco Franco, dio lugar a la suspensión del diario durante dos meses.

Posteriormente, el 25 de noviembre de 1971, con la excusa de supuestas irregularidades en la financiación de la empresa editora, el Gobierno procede a la cancelación del periódico y prohíbe su publicación. Pese a las batallas judiciales que se sucedieron, el diario se vio obligado a vender su patrimonio para hacer frente a las deudas contraídas, y el 24 de abril de 1972 se procedió a volar la sede del rotativo, en un acto simbólico que suponía dar por zanjada una de las primeras incursiones en el terreno de los principios democráticos durante los años de la dictadura.

Esto es de los mismos que aceptaban burlas de la Guardia Civil y del clero.

Un saludo

Democracia al canto.
Esto si es verdad, ¡lo otro no!
Esa portada existío, fue "secuestrada" y la Codorniz siguió publicando, no le volaron el edificio.
Pero aunque la secuestraban (durante una semana se podía ver), seguian publicando y como ya he puesto anteriormente no los metian en la carcel, los mataban, ni tanta zarandaja como estais acostumbrados a contar reiteradamente.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Era tan sólo un ejemplo de que es dificil entender tanta "comprensión", en el caso de la revista, cuando, por otro lado, se actuaba así.

Un saludo