ANDALUCES
Andaluces de Jaén, de Córdoba, de Granada,
De Cádiz y de Almería, de Huelva, Sevilla y Málaga,
Decidme cuando, por fin, levantareis la mirada.
Esclavos del qué dirán, de las mentiras que urden
En sus torres de marfil los señores que se aburren
Y buscan en nuestras tierras solo el velo que las cubre.
Decidme cuando alzareis vuestra voz sin alegrías,
Sin sevillanas ni tangos, ni cantes por bulerías.
Que para todo hay un tiempo, y no es ese tiempo hoy día.
Decidme quien le dirá al señorito que calle,
Que no mande, que no estamos, que nos devuelva la llave
De esta casa que es la nuestra, y nosotros en la calle.
Ay Miguel, ay Federico, ¿donde ha quedado enterrado
El orgullo de una gente que otras tierras levantaron?
¿Es que no ven que en las suyas los están pisoteando?
Que se siembren las escuelas del orgullo de la tierra
Sin disfraces, sin mentiras, sin complejos, sin soberbia.
Que todos somos iguales. Volved a sembrar la tierra.
Andaluces de Jaén, de Córdoba, de Granada,
De Cádiz y de Almería, de Huelva, Sevilla y Málaga,
Decidme cuando, por fin, levantareis la mirada.
Esclavos del qué dirán, de las mentiras que urden
En sus torres de marfil los señores que se aburren
Y buscan en nuestras tierras solo el velo que las cubre.
Decidme cuando alzareis vuestra voz sin alegrías,
Sin sevillanas ni tangos, ni cantes por bulerías.
Que para todo hay un tiempo, y no es ese tiempo hoy día.
Decidme quien le dirá al señorito que calle,
Que no mande, que no estamos, que nos devuelva la llave
De esta casa que es la nuestra, y nosotros en la calle.
Ay Miguel, ay Federico, ¿donde ha quedado enterrado
El orgullo de una gente que otras tierras levantaron?
¿Es que no ven que en las suyas los están pisoteando?
Que se siembren las escuelas del orgullo de la tierra
Sin disfraces, sin mentiras, sin complejos, sin soberbia.
Que todos somos iguales. Volved a sembrar la tierra.
