La Luna, indiscreta, controla toda la Plaza,
con su estética mirada.
En la fuente, el agua saltarina
ofrece su monólogo concierto.
La noche fresca trae a la plaza
aromas de la sierra.
Un murmullo de voces amadas
me llega como una ráfaga.
Mi madre, asomada a la baranda,
no sé que busca con la mirada.
¡Noches de lejanos agostos!
¡Noches de dulces encuentros
aderezados con vinos, risas y sueños!
¡Ay! plaza encantada,
¡que triste destino te aguardaba!
Aún me duelen los ojos
de otra noche,
mucho más cercana ésta,
en que farolas alineadas,
con funesta luz blanca
inundaban la plaza.
La fuente, apartada y olvidada,
en silencio sollozaba.
Grises mentes impusieron sobre tí
su triste criterio.
Pero eso es nada:
hoy, frente al ordenador
veo con estupor
que el gris se ha impuesto al gris.
Un oscuro ganado de hierro
ha pateado tu suelo
y ya nada podrá devolverte
el encanto y el misterio.
¡Oh! Encanto,
¡Oh! Misterio,
tendreis que habitar, si podeis,
en otros lares.
¡Un hurra por los cretinos!
Fdo. Josefa Gómez Cózar.
Barcelona y Julio del 2009.
con su estética mirada.
En la fuente, el agua saltarina
ofrece su monólogo concierto.
La noche fresca trae a la plaza
aromas de la sierra.
Un murmullo de voces amadas
me llega como una ráfaga.
Mi madre, asomada a la baranda,
no sé que busca con la mirada.
¡Noches de lejanos agostos!
¡Noches de dulces encuentros
aderezados con vinos, risas y sueños!
¡Ay! plaza encantada,
¡que triste destino te aguardaba!
Aún me duelen los ojos
de otra noche,
mucho más cercana ésta,
en que farolas alineadas,
con funesta luz blanca
inundaban la plaza.
La fuente, apartada y olvidada,
en silencio sollozaba.
Grises mentes impusieron sobre tí
su triste criterio.
Pero eso es nada:
hoy, frente al ordenador
veo con estupor
que el gris se ha impuesto al gris.
Un oscuro ganado de hierro
ha pateado tu suelo
y ya nada podrá devolverte
el encanto y el misterio.
¡Oh! Encanto,
¡Oh! Misterio,
tendreis que habitar, si podeis,
en otros lares.
¡Un hurra por los cretinos!
Fdo. Josefa Gómez Cózar.
Barcelona y Julio del 2009.
