SANTA BARBARA DE CASA: Amigos de Santa Bárbara, ¡buenas noches!...

Amigos de Santa Bárbara, ¡buenas noches!

EMIGRAO, ¡bienvenido de nuevo a casa!, pero todavía no es Navidad. Supongo que os lo habréis pasado, tu familia y tú, estupendamente; con un poco de calor quizás, pero todo sea por la causa.
Qué envidia me ha dado el amigo Antonio, que ha podido conocerte en persona y estar contigo, tu señora y tu hija. ¿Tú tienes síndrome pos-vacacional? Yo nunca lo tuve; lo que sí tenía era una mala uva de mucho preocupar.

D. G. B.: ¿te has fijado que si te cambiamos la primera letra, serías la policía secreta soviética? Es una broma.
“Bicho malo nunca muere”, amigo Doroteo; además si valgo poco vivo, muerto ¿para qué me quieres?
Discrepo contigo en lo referente a lo de líderes -al menos yo, y creo que Antonio pensará lo mismo-, aquí no hay nada que liderar, sólo “echar un cigarrito” de charla amigable. Los que vivís en el pueblo o cerca de ahí, tenéis la enorme ventaja de trataros personalmente y con frecuencia; algo que yo añoro muchísimo, y cuando voy lo hago sediento de sensaciones que alimenten mis recuerdos.

ANTONIO ESCUDERO: ¡Qué tiempos, Antonio, aquellos en los que se tomaba el fresco de la noche sentados a la puerta, hasta las tantas! En taburetes de corcho, o directamente en el umbral o el porche. Contaría cosas, pero parecerían ñoñerías de viejo.

ANGELA ESCUDERO SUAREZ: Mi huerta este año no me tiene muy contento. Los tomates llevan más de un mes verdes como lechugas; las lechugas, con el calor, se me han subido todas; los pimientos parece que no avanzan (y tengo 380 pimenteras): Lo mismo te diría de las coles, los romanescus, y los brécoles o brócolis, como se diga. La patata aquí se siembra en marzo-abril; ya sé que ahí se siembran dos veces al año, aquí no.

MACARENA: Ya no podemos cantar esa canción navarrica que dice “Nos han dejao soooolos a los de Tudeeela….”; esto se va poblando de contertulios. Eso es bueno.

Bueno, que me parece que me he pasado un poco. Un abrazo y Agur.

Madre mía 380 pimenteras! no me lo puedo creer. pues deberias tener pimientos para todo bilbao, porque en mi patio tenemos 5 o seis y ya tenemos tela de pimientos.

Amigos de Santa Bárbara, ¡buenas noches!

ANGELA ESCUDERO SUAREZ: Es cierto que son muchas pimenteras; incluso habrá alguna más, pero todo tiene su explicación. Aqui se siembra después de San Isidro (15/5) por temor a las heladas. Eso origina un retraso de cerca de dos meses con respecto a ahí. Como el ciclo de desarrollo es el mismo, nos presentamos en otoño a la hora de recoger el fruto. Pero ocurre que en octubre vuelven las heladas y se hiela el pimiento, que como sabes, es muy delicado. Ello obliga a sembrar mucho para recoger con seguridad la primera tanda.
Ahora, me imagino, no te parecerá tan exagerado. Si se retrasan las heladas, sucede lo que tú dices, que tengo pimientos para Mercabilbao.

ANTONIO ESCUDERO: Como a nosotros nos gusta volver la vista atrás, para así tomar impulso y seguir adelante, me he permitido escribir una cosilla sobre mis pueblos (te recuerdo que tengo dos, El Cerro y Santa Bárbara, jejeje)

MI PUEBLO

Mi pueblo, de estrechas calles,
de casas blancas y bajas,
de empedrado pavimento,
y puertas aldabonadas.

En los tejados la luna,
y flores en las ventanas;
alegría en la taberna,
llena de niños la plaza.

Un caballo que relincha,
un gallo que anuncia el alba,
un cerrojo que chirría,
o una pendulante tranca.

Las casas, en su interior,
humildes, sin alharacas:
Habitaciones sin puertas,
con una cortina basta.

Sus moradores, lo mismo;
un pantalón, una bata,
zapatos, el que los tiene,
quien no los tiene, alpargatas.

Y para hacer la comida,
unas anafes con patas,
llenas de carbón de encina
o de troncones de jaras.

Las ollas, si son de barro,
tienen al menos dos asas,
para mover la comida
como el trigo en la zaranda.

Este pueblo que recuerdo,
de mi infancia ya pasada,
sólo conserva las calles
y el blanco de sus fachadas.

Un abrazo para todos. Agur.