Jesús crucificado en la parroquia de Ntra. Sra. de las Angustias, AYAMONTE

Cubre el testero de la capilla mayor el retablo renacentista con tendencia protobarroca, contratado en 1644 por Matías Fernández Cardoso, quien ejecutó el primer cuerpo. En 1652 el maestro ensamblador Andrés Díaz continuó el retablo siguiendo las mismas trazas que Fernández Cardoso. Posteriormente, en 1690 el dorado se llevó a cabo por el maestro dorador Antonio Gallardo, una vez que el escultor Domingo de la Torre repuso algunas piezas que aún faltaban. Consta de tres cuerpos superpuestos, de tres calles, delimitados mediante columnas pareadas de fuste entorchado. El primer cuerpo presenta arcos de medio punto mientras que los del segundo y tercero son adintelados. Sobre las columnas corre un entablamento y cornisa, que se interrumpen en el centro por sendos frontones partidos; el inferior, curvo y el superior rectangular, ambos ornamentados con virtudes en los laterales. El programa iconográfico relata escenas de la Pasión de Cristo y las angustias sufridas por la Madre Dolorosa. Está realizado en bajorrelieve y representa en el primer cuerpo de la calle izquierda la Oración en el Huerto y el Prendimiento en la derecha. En el centro se abre el camarín que alberga la imagen de Nuestra Señora de las Angustias, obra anónima realizada hacia 1535 en madera policromada. Originariamente era un altorrelieve posteriormente transformado en bulto redondo. Se eleva sobre pedestal rococó muy movido. Se representa de frente, arrodillada y cubierta con amplio manto azul sobre saya roja. Su cabeza se ciñe con una corona. Cristo está dispuesto transversalmente respecto a la Virgen, quien sujeta la cabeza con el brazo derecho. Termina una ráfaga de plata alrededor del conjunto escultórico. El camarín es de planta semicircular y se encuentra decorado con profusa decoración de estilo rococó compuesta de tallas de madera dorada y policromada, cornucopias, espejos y medallones en relieve distribuidos en franjas o cascos que parten desde el suelo y se cierran en el vértice del arco que hace de embocadura del retablo. En diversos medallones aparecen símbolos pasionistas. En el absidiolo se decoran los bustos en relieve de los cuatro Evangelistas en los ángulos y en el centro los de San Pedro y Santa María Magdalena, ambos penitentes.
(19 de Abril de 2019)