Dejadme tomar una bocanada de aire,
a este condenado a las galeras,
dejadme acariciar sus rizos
color de trigal seco,
dejadme a mi querer,
que quien no quiere
en el mundo.
de alma tiene que carecer.
tomaré esa bocanada
de aire fresco,
y en las galeras
mis penas cumpliré,
ya no acariciaré tu rizos,
color de oro,
color del trigal que fue,
el trigal ya lo segaron,
el viento separó la paja y el trigo
al molino fue,
yo me voy a las galeras,
¡tu a buscar otro querer!
como el mar busca la playa,
para abrazarla otra vez,
sus rizos de espuma blanca,
así serán lo tuyos,
cuando te encuentre otra vez.
Cuando vuelva de las galeras,
que ya anciano seré.
El Poeta.
a este condenado a las galeras,
dejadme acariciar sus rizos
color de trigal seco,
dejadme a mi querer,
que quien no quiere
en el mundo.
de alma tiene que carecer.
tomaré esa bocanada
de aire fresco,
y en las galeras
mis penas cumpliré,
ya no acariciaré tu rizos,
color de oro,
color del trigal que fue,
el trigal ya lo segaron,
el viento separó la paja y el trigo
al molino fue,
yo me voy a las galeras,
¡tu a buscar otro querer!
como el mar busca la playa,
para abrazarla otra vez,
sus rizos de espuma blanca,
así serán lo tuyos,
cuando te encuentre otra vez.
Cuando vuelva de las galeras,
que ya anciano seré.
El Poeta.
