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PEDRO MARTINEZ: Aquí os envío algo que he encontrado y tomado de la...

Aquí os envío algo que he encontrado y tomado de la web http://www. lugros. net/? p=98 en la que aparece un asalto de unos bandoleros al Cortijo de fuente Caldera y la Máquina:
"Desde el día siguiente a la fuga la vida de los prófugos [Sierra y Olivenza] fue un desenfreno. Diariamente realizaban algún abuso, algún delito o algún crimen. El 9 de octubre de 1880, al oscurecer, se presentaron los bandidos en Lugros, introduciéndose en la casa del cura con ocasión de que éste llegaba de Guadix de hacer unas compras. Le pidieron comida, el sacerdote se la dio, y ellos después le premiaron quitándole el dinero que llevaba en los bolsillos, una escopeta y el capote que tenía sobre los hombros. El 11 de octubre, al clarear el alba, entraron en Fonelas, confundidos con una multitud de arrieros, dirigiéndose los malhechores a la casa de un acaudalado agricultor llamado Antonio Requena, al que hirieron gravemente con siete puñaladas y robaron 17.000 reales, dejándolo maniatado junto a su esposa. A las voces de las víctimas acudieron los vecinos que se lanzaron en persecución de la partida que apunto estuvieron de alcanzar, de no ser por que los bandidos lograron alcanzar con prontitud la cumbre de unos cerros próximos a la población. Después, acosados por la guardia civil, se dirigieron a la costa, hasta Dalías, con el propósito de embarcar, objetivo que no pudieron lograr por el cerco a que los sometió la guardia civil, que andaba pisándoles los talones.
El 27 de octubre fueron capturados dos de los bandidos en el tren correo, cerca de Atarfe, y otros dos se presentaron en el cuartel de la guardia civil que les tenía puesto el cerco, quedándose, a partir de aquel día, completamente solos Sierra y Olivencia. El 10 de noviembre volvieron a cometer otro crimen atroz. Cuentan que iba un guarda de monte llamado Antonio Ramírez, apodado cachailla, en dirección a Fonelas, cuando se los encontró y ellos, por resentimientos anteriores, le acometieron, quitándole la escopeta con la cual le apalearon hasta que saltó el arma en astillas, y le acuchillaron y le cercenaron la nariz y las dos orejas. El 17 de noviembre se presentaron en el Cortijo de el Conejo, cerca de Hernán Valle. Después de hacer que se les diera comida, obligaron a uno de sus moradores a que escribiese una carta dirigida al administrador de la fábrica de Fuente Caldera, propiedad del marqués de Loring, en la que le exigían que le entregase al presentador de la carta, la cantidad de ocho mil reales antes de las diez de la mañana del día siguiente, pues en caso contrario arderían el esparto de todas las romanas de la comarca. Para llevar la misiva, Sierra y Olivencia, amenazaron a un guarda al que acompañaron hasta la fábrica donde, según parece, tuvieron un enfrentamiento con la guardia civil, logrando escapar en dirección al cerro del Mental. El 8 de enero de 1881 incendiaron las garberas de esparto del Cortijo del Conejo. La guardia civil salió en su persecución y a punto estuvieron de capturarlos de no ser por que no tomaron por la rambla de los Bancos, dando con ello tiempo a los bandidos a refugiarse en la conocida como cueva de Campillos, paraje en que darían muerte a un guardia civil durante el asedio y nueva huida.
Hasta dos meses mas tarde, el 8 de marzo de 1881, no se registra una nueva noticia que nos hable de los bandoleros Sierra y Olivencia; tal día iban a cometer una de sus peores fechorías, que daría en conocerse como crimen de Purullena. Ese día asaltaron la posada de la localidad, asesinando a dos arrieros e hiriendo gravemente a otro hombre. A partir de este suceso fue muy activa la persecución de los forajidos, localizándolos la guardia civil al poco tiempo en la cortijada de los Agustinos, situada en el término municipal de Güéjar Sierra, muy próximo a La Peza"
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Caramba! menudos elementos no se andaban por las ramas

Antonio Manuel gracias por la información