PEDRO MARTINEZ: LAS CONSECUENCIAS DE TUS ACTOS...

LAS CONSECUENCIAS DE TUS ACTOS

Había una vez un reino en el que las lluvias habían sido tan intensas que el río había arrasado la choza de un campesino. Sin embargo, cuando los chubascos cesaron dejaron en la tierra una valiosa joya. El buen hombre la vendió y con la suma que le entregaron reconstruyó su choza y el resto se lo regaló a un niño huérfano y desvalido del pueblo. La riada había arrasado también otro poblado cercano en el que un campesino, para salvar su vida, tuvo que encaramarse a un tronco que flotaba sobre las turbulentas aguas. Otro hombre que era arrastrado por la corriente le pidió ayuda, pero el campesino se la negó. Los años pasaron y estalló una guerra en la que ambos campesinos fueron alistados en el ejército. El campesino bondadoso fue herido de gravedad. En el hospital, el médico que le atendió era aquel muchachito huérfano al que le había ayudado años atrás. Lo reconoció y puso toda su ciencia y amor al servicio del malherido. Logró salvarlo y se hicieron grandes amigos. El destino, en cambio, quiso que el campesino egoísta tuviera por capitán de la tropa al hombre a quien no había auxiliado, quien lo envió a primera línea de combate, y murió en las trincheras. Esto nos enseña que los actos, más pronto o más tarde, tienen consecuencias y que siempre es mejor ser generoso.