Leyenda del perro de los ojos rojos
Paso en una ruta en plena selva se dirigían dos familiares, uno de ellos era un curandero o chaman como se reconozca a un personaje de ciertas virtudes sobre el conocimiento de misterios ocultos y antiguos.
Al parecer nunca había tenido problemas con los paseos en esa zona, pero ese día en particular regresaban muy tarde y el abuelo iba ciertamente un poco adelantado que su compañero, tal vez retrasado por algún cargamento que llegaba y que le pesaba.
En eso en una bajada del camino se dio al encuentro de un enorme perro negro de ojos rojos, este solitario observaba al abuelo que ligeramente había parado por el susto del momento.
El can llevaba una cadena de oro en el cuello que relucía ciertamente en la oscuridad y que el abuelo no podía dejar de mirar, así todo este espectáculo alerto al abuelo por que ciertamente el perro de ojos rojos era de gran tamaño y en caso de ser bravo traería problemas.
Pero la preocupación acabo un momento después pues el perro lejos de ser agresivo se mostró dócil y cariñoso, jugando dando vueltas y moviendo la cola al abuelo, así poco a poco el animal se alejaba y volvía a mirar al abuelo atrayéndolo por una ruta oscura, el anciano curandero se sintió atraído por el animal como en una especie de sueño placentero, ciertamente hechizado pero no desconfiado pues no sentía peligro ni ninguna alerta solo unos deseos de seguir al can.
En la ruta que siguieron ciertamente se habían apartado un poco del camino original que seguía el abuelo, en eso este se sorprendió cuando el perro dio un salto adelante en la oscuridad como jugando, en eso cuando se disponía el también a saltar para seguir al animal escucho la voz de su familiar que lo había visto dirigirse ahí y lentamente fue tras el viejo.
Como salido de un trance el abuelo volteo y vio a su compañero que le llamaba más cuando volteo a mirar al frente para divisar al perro de ojos rojos se dio con la sorpresa que se encontraba al borde de un profundo risco y que de haber seguido a esta aparición en el salto hubiera sido lo último que haría.
Así el tiempo paso y este anciano curandero le conto a su nieto la historia del perro de ojos rojos, la curiosidad sobre esta historia hizo que averiguase un poco más entre los pobladores y encontró que existen otras historias sobre esta aparición, un perro negro de ojos rojos que te guía o bien hacia tu muerte o bien hacia tu dicha, porque según las otras historias si sobrevives al hechizo que te hace esta aparición, debes clavar un arma de metal en el lugar donde salta el perro, dejar ahí el puñal y volver luego cuando salga la luz del sol, con un equipo para cavar pues si lo haces encontraras lo que custodiaba el animal que normalmente es un tesoro, según lo que cuentan los pobladores, el abuelo desconocía esta última parte y ya con los años nunca se acordó donde fue su increíble encuentro con la muerte en forma de un perro de ojos rojos.
Paso en una ruta en plena selva se dirigían dos familiares, uno de ellos era un curandero o chaman como se reconozca a un personaje de ciertas virtudes sobre el conocimiento de misterios ocultos y antiguos.
Al parecer nunca había tenido problemas con los paseos en esa zona, pero ese día en particular regresaban muy tarde y el abuelo iba ciertamente un poco adelantado que su compañero, tal vez retrasado por algún cargamento que llegaba y que le pesaba.
En eso en una bajada del camino se dio al encuentro de un enorme perro negro de ojos rojos, este solitario observaba al abuelo que ligeramente había parado por el susto del momento.
El can llevaba una cadena de oro en el cuello que relucía ciertamente en la oscuridad y que el abuelo no podía dejar de mirar, así todo este espectáculo alerto al abuelo por que ciertamente el perro de ojos rojos era de gran tamaño y en caso de ser bravo traería problemas.
Pero la preocupación acabo un momento después pues el perro lejos de ser agresivo se mostró dócil y cariñoso, jugando dando vueltas y moviendo la cola al abuelo, así poco a poco el animal se alejaba y volvía a mirar al abuelo atrayéndolo por una ruta oscura, el anciano curandero se sintió atraído por el animal como en una especie de sueño placentero, ciertamente hechizado pero no desconfiado pues no sentía peligro ni ninguna alerta solo unos deseos de seguir al can.
En la ruta que siguieron ciertamente se habían apartado un poco del camino original que seguía el abuelo, en eso este se sorprendió cuando el perro dio un salto adelante en la oscuridad como jugando, en eso cuando se disponía el también a saltar para seguir al animal escucho la voz de su familiar que lo había visto dirigirse ahí y lentamente fue tras el viejo.
Como salido de un trance el abuelo volteo y vio a su compañero que le llamaba más cuando volteo a mirar al frente para divisar al perro de ojos rojos se dio con la sorpresa que se encontraba al borde de un profundo risco y que de haber seguido a esta aparición en el salto hubiera sido lo último que haría.
Así el tiempo paso y este anciano curandero le conto a su nieto la historia del perro de ojos rojos, la curiosidad sobre esta historia hizo que averiguase un poco más entre los pobladores y encontró que existen otras historias sobre esta aparición, un perro negro de ojos rojos que te guía o bien hacia tu muerte o bien hacia tu dicha, porque según las otras historias si sobrevives al hechizo que te hace esta aparición, debes clavar un arma de metal en el lugar donde salta el perro, dejar ahí el puñal y volver luego cuando salga la luz del sol, con un equipo para cavar pues si lo haces encontraras lo que custodiaba el animal que normalmente es un tesoro, según lo que cuentan los pobladores, el abuelo desconocía esta última parte y ya con los años nunca se acordó donde fue su increíble encuentro con la muerte en forma de un perro de ojos rojos.
