Buenos dias Pepe, feliz año nuevo 2015, ojala cambie algo, aqui tenemos un dia muy soleado, que te parece si fueramos hadar una vuelta a peña lisa, para ti seria un placer estoy segura, que pidra tamn bonita como tu dices, no cabe la menor duda que la naturaleza te encanta, venga que empieces el año co salud, un abrazo,
Buena noches Antonia.
Feliz año nuevo para ti y para todo el mundo. Este año, sí, ha de ser el año del cambio, hace mucha falta. Depende de nosotros, pero, desgraciadamente, hay por ahí gente, no ya de la clase de los bienpeinaos, sino de los que no disponen siquiera de peine, que todavía votan a sus verdugos. No sé que clase de síndrome debe ser éste. Pero sí, este año vamos a ver cambios substanciales en lo político para que lo haya también en lo económico y en lo social.
Venga, sí, hagamos una excursión a Peñalisa, a oir el canto de los grillos y palpar el soplo de la brisa. Esa piedra me la traje de Peñalisa en 1980. Después de darnos un buen baño en Pozo bajo, hicimos la comida bajo un albaricoquero impresionante cerca e la Cueva del Tieso, tierras de mi hermana Dolores. Luego estuvimos partiendo almendras para traernoslas ya peladas. Ese año también echamos en conserva gran cantidad de albaricoques. Había tantos que un gitanillo vino un día y llenó un saco entero. Lástima que un mal consejo a mi cuñado le llevó a podar el árbol de tal manera que no tardó en secarse. Enga, Antonia, salud. Un abrazo.
Feliz año nuevo para ti y para todo el mundo. Este año, sí, ha de ser el año del cambio, hace mucha falta. Depende de nosotros, pero, desgraciadamente, hay por ahí gente, no ya de la clase de los bienpeinaos, sino de los que no disponen siquiera de peine, que todavía votan a sus verdugos. No sé que clase de síndrome debe ser éste. Pero sí, este año vamos a ver cambios substanciales en lo político para que lo haya también en lo económico y en lo social.
Venga, sí, hagamos una excursión a Peñalisa, a oir el canto de los grillos y palpar el soplo de la brisa. Esa piedra me la traje de Peñalisa en 1980. Después de darnos un buen baño en Pozo bajo, hicimos la comida bajo un albaricoquero impresionante cerca e la Cueva del Tieso, tierras de mi hermana Dolores. Luego estuvimos partiendo almendras para traernoslas ya peladas. Ese año también echamos en conserva gran cantidad de albaricoques. Había tantos que un gitanillo vino un día y llenó un saco entero. Lástima que un mal consejo a mi cuñado le llevó a podar el árbol de tal manera que no tardó en secarse. Enga, Antonia, salud. Un abrazo.