Para la admirable Josefina
Desde San Pedro de Mérida
Con la amistad y el afecto.
SAVIA GITANA
El trotar de unos caballos
Un retemblar de la gleba,
Varios sables reluciendo
Entre sombras macarenas.
La luna les mira y mira
La noche está suspirando.
Un sombrero acharolado
Con cara de sacro monté,
Iluminando las sombras
Rompe la paz de la noche.
La luna les mira y mira
La noche está suspirando.
Sables de ley sin razones
Roja, que sale sangrando,
La muerte llega vestida
De verde vestido sacro.
La luna les mira y mira
La noche está suspirando.
Entre la oscura ceniza
De las brasas enfriando,
Reposaba el Yerbabuena
Con los demás a su lado.
La luna les mira y mira
La noche está suspirando.
La gitana tinta en bronce
Jadea junto a su amado,
Con qué sueña la Carmela
Cubierta de grana y blanco.
La luna las mira y mira
La noche está suspirando.
Con arrugas repringosas
El gitano está soñando.
Sueña que sueña de todo
Sin querer estar soñando,
La luna le mira y mira
La noche está suspirando.
Los churumbeles aitos
Entre trapos respirando,
La casa de los Cimborios
Se viste de grana y blanco.
La luna les mira y mira
La noche está suspirando.
Soñando con un huerta
Están las caras de bronce,
Saben, que saben vivir
Con suspiros de la noche.
La luna le mira y mira
La noche está suspirando.
La muerte llega de noche
Con gitanos cercenados,
Mientras la luz de la luna
Enciende de rojo el blanco.
La luma les mira y mira
La noche está suspirando.
Las adelfas y los cardos
Salpicados de despojos,
Porqué la noche serena
Se llena de verde abrojo.
La luna les mira y mira
La noche está suspirando.
Las jaras y las retamas
Entre sones y lamentos,
Reluce la intransigencia
De la boca de lamentos.
La luna les mira y mira
La noche está suspirando.
Quedaron muy recogidos
Los cuerpos de los gitanos,
Dormitando para siempre
Dentro de Edenes sin payos.
La luna les mira y mira
La noche está suspirando
La luna blanca echa en falta
Los alumbres de los campos,
Donde duermen apagados
Los cuerpos de los gitanos.
La luna les quiere hablar
Sin palabras de sus labios.
La noche de verdes sables
Se evade con los caballos.
Autor:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
Desde San Pedro de Mérida
Con la amistad y el afecto.
SAVIA GITANA
El trotar de unos caballos
Un retemblar de la gleba,
Varios sables reluciendo
Entre sombras macarenas.
La luna les mira y mira
La noche está suspirando.
Un sombrero acharolado
Con cara de sacro monté,
Iluminando las sombras
Rompe la paz de la noche.
La luna les mira y mira
La noche está suspirando.
Sables de ley sin razones
Roja, que sale sangrando,
La muerte llega vestida
De verde vestido sacro.
La luna les mira y mira
La noche está suspirando.
Entre la oscura ceniza
De las brasas enfriando,
Reposaba el Yerbabuena
Con los demás a su lado.
La luna les mira y mira
La noche está suspirando.
La gitana tinta en bronce
Jadea junto a su amado,
Con qué sueña la Carmela
Cubierta de grana y blanco.
La luna las mira y mira
La noche está suspirando.
Con arrugas repringosas
El gitano está soñando.
Sueña que sueña de todo
Sin querer estar soñando,
La luna le mira y mira
La noche está suspirando.
Los churumbeles aitos
Entre trapos respirando,
La casa de los Cimborios
Se viste de grana y blanco.
La luna les mira y mira
La noche está suspirando.
Soñando con un huerta
Están las caras de bronce,
Saben, que saben vivir
Con suspiros de la noche.
La luna le mira y mira
La noche está suspirando.
La muerte llega de noche
Con gitanos cercenados,
Mientras la luz de la luna
Enciende de rojo el blanco.
La luma les mira y mira
La noche está suspirando.
Las adelfas y los cardos
Salpicados de despojos,
Porqué la noche serena
Se llena de verde abrojo.
La luna les mira y mira
La noche está suspirando.
Las jaras y las retamas
Entre sones y lamentos,
Reluce la intransigencia
De la boca de lamentos.
La luna les mira y mira
La noche está suspirando.
Quedaron muy recogidos
Los cuerpos de los gitanos,
Dormitando para siempre
Dentro de Edenes sin payos.
La luna les mira y mira
La noche está suspirando
La luna blanca echa en falta
Los alumbres de los campos,
Donde duermen apagados
Los cuerpos de los gitanos.
La luna les quiere hablar
Sin palabras de sus labios.
La noche de verdes sables
Se evade con los caballos.
Autor:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
