El pasacalles, PEDRO MARTINEZ

(Agosto de 2014)
Los deseos de nuestra vida forman una cadena, cuyos eslabones son las esperanzas.
Me encanta quien ha aprendido a estar solo, porque cuando decide acercarse a alguien es porque realmente le importa, no porque lo necesite.
Teniendo un corazón que siente y un alma que vive, no se necesita nada más...
La verdadera BELLEZA no esta está en la cara, donde la mayoría la busca, sino en el CORAZÓN, donde pocos saben encontrarla.