Subida a la chimeneilla, PEDRO MARTINEZ

El reto
(Noviembre de 2009)
EL CHACAL Y EL COCODRILO

Érase una vez un pequeño y astuto chacal, el cual, muy hambriento, rondaba por la orilla de un gran río en busca de algún pececillo con el que alimentarse. Pero en el fondo de sus aguas también vivía un enorme cocodrilo, que estaba hambriento y que, escondido entre el barro y las cañas, espiaba al chacal a la espera de que diese un paso en falso y cayera al agua para comérselo. En varias ocasiones a punto estuvo el chacal de meterse precisamente en la boca del cocodrilo...
Las muchas promesas disminuyen la confianza.
Feliz es aquel que de la vida no exige más de lo que voluntariamente le ofrece.
Buenas noches Sensi, hasta mañana si dios quiere, asi sea, un abrazo.
A menudo encontramos nuestro destino por los caminos que tomamos para evitarlo.