Margaritas lilas, PEDRO MARTINEZ

El problema es que desde pequeños nos enseñan a pedir deseos, no a luchar por ellos.
No existen ningunas llaves para la felicidad. La puerta siempre está abierta.
Para viajar lejos, no hay mejor nave que un libro.
Amar de lejos no es de locos sino de gente cuerda que sabe sentir y soñar al mismo tiempo...
No siempre quien sonríe es feliz. Existen lágrimas en el corazón que no llegan a los ojos