Verás en mis gestos que me he hecho mayor.
Mayor, que no tiene nada que ver con vieja, porque ya quisieran muchos, con menos años, tener mis ganas de vivir.
Y es que me he hecho lo suficientemente mayor, como para saber, que hay guerras que se ganan abandonándolas, e infinitos que duran lo que dura un otoño.
Tengo los años bastantes, como para saber, que siempre seré una niña cuando algo me ilusione, me atrape, y me llene de pasión.
Soy tan tan mayor, que se me han escurrido las ganas de discutir...
Si no tuviéramos invierno, la primavera no sería tan agradable.
Lo malo del amigo es que nos dice las cosas desagradables a la cara; el enemigo las dice a nuestras espaldas y como no nos enteramos, nada ocurre.
Una flor no piensa en competir con la flor de al lado, simplemente florece.
A veces en lo más humilde se encuentra lo más bello. En lo más sencillo se encuentra la perfección. No busques más allá lo que puedes hallar muy cerca.
Mayor, que no tiene nada que ver con vieja, porque ya quisieran muchos, con menos años, tener mis ganas de vivir.
Y es que me he hecho lo suficientemente mayor, como para saber, que hay guerras que se ganan abandonándolas, e infinitos que duran lo que dura un otoño.
Tengo los años bastantes, como para saber, que siempre seré una niña cuando algo me ilusione, me atrape, y me llene de pasión.
Soy tan tan mayor, que se me han escurrido las ganas de discutir...
Si no tuviéramos invierno, la primavera no sería tan agradable.
Lo malo del amigo es que nos dice las cosas desagradables a la cara; el enemigo las dice a nuestras espaldas y como no nos enteramos, nada ocurre.
Una flor no piensa en competir con la flor de al lado, simplemente florece.
A veces en lo más humilde se encuentra lo más bello. En lo más sencillo se encuentra la perfección. No busques más allá lo que puedes hallar muy cerca.