Londres fue la primera ciudad del mundo que tuvo una iluminación artificial que puede considerarse como tal. Fue en 1807 mediante un sistema que utilizaba mecheros de gas de hulla.
En España, los primeros experimentos se llevaron a cabo en el Paseo de Gracia de Barcelona, en 1881, utilizando lámparas de incandescencia. Un poco más tarde, en 1890, dos ciudades pioneras: Jerez de la Frontera en Cádiz, y Haro en la Rioja, contaban ya de forma eficaz con alumbrado eléctrico.
En España, los primeros experimentos se llevaron a cabo en el Paseo de Gracia de Barcelona, en 1881, utilizando lámparas de incandescencia. Un poco más tarde, en 1890, dos ciudades pioneras: Jerez de la Frontera en Cádiz, y Haro en la Rioja, contaban ya de forma eficaz con alumbrado eléctrico.