En este pueblo fui a la escuela aquí hablo con la gente pero cuando leo los mensajes me sorprendo del nivel de la escritura parecen salidos de R A E no son los niños que yo conozco ni los que se expresan por la calle un saludo con naturalidad y alicunreos normal
Al hombre de este mensaje. En este pueblo tú no fuieste a la escuela. Tú, sabes de este pueblo y de aquella escuela, lo que te cuentan precisamente esos con los que dices que hablas, y solo hablas ccon esos. Tu ceguera te hace decir cosas torpes: tratas de incultos a tus mismos amigos (leete tu "mensajillo").
Dices que eres un alicunéro normal, pues bien: tú ni eres normal, ni eres alicunéro. En otro "mensajillo", le reprochas al paisano Domingo Mena la ilusión y lo feliz que se sentía cuando llegaban las fiestas ¡como es posible! un niño que compraba helados de a perra gorda, que quizá sus calzones tuvieran remiendos, y que con un par de pesetas hacia las fiestas, y yo comprando turrones de a peseta, gastandome un duro (5 Pts.) en las barquillas y con calzones nuevos, no soy felíz. Esto como puede ser. Te lo diré: la ilusión de un niño humilde y pobre, tiene muy grandes las alas, porque con todo sueña, yá que de todo carece.
Por lo tanto, si tú, gastando cien veces más que Domingo Mena, no eras felíz, no deberias ser tan hipócrita y victimista, ya que lo tuyo, como te dijo Antonio, es grave. Me atrevería a decir, que padeces una hipocóndria galopante y que no encuentras psicofármacos para controlar tu ansiedad; deberias utilizar una terápia psicológica cognitivo-conductual, y así podrás vencer la ansiedad y dejar la envidia.
Dentro de lo negativo que te observo, quisiera encender (con tu permiso) una pequeña lucecíta en tu mente, por si te sirve de consuelo, ya que ¡paradojas de la vida! bastantes personajes famosos e ilustrádos: Pio Baroja, G. Garcia Márquez, M. de Falla, J. R. Jiménez, y un largo etc, que como tú, sufrieron algún tipo de hipocóndria.
Es la primera vez que respondo a un mensaje en estos términos y en esta página. Creo que será la última.
Dices que eres un alicunéro normal, pues bien: tú ni eres normal, ni eres alicunéro. En otro "mensajillo", le reprochas al paisano Domingo Mena la ilusión y lo feliz que se sentía cuando llegaban las fiestas ¡como es posible! un niño que compraba helados de a perra gorda, que quizá sus calzones tuvieran remiendos, y que con un par de pesetas hacia las fiestas, y yo comprando turrones de a peseta, gastandome un duro (5 Pts.) en las barquillas y con calzones nuevos, no soy felíz. Esto como puede ser. Te lo diré: la ilusión de un niño humilde y pobre, tiene muy grandes las alas, porque con todo sueña, yá que de todo carece.
Por lo tanto, si tú, gastando cien veces más que Domingo Mena, no eras felíz, no deberias ser tan hipócrita y victimista, ya que lo tuyo, como te dijo Antonio, es grave. Me atrevería a decir, que padeces una hipocóndria galopante y que no encuentras psicofármacos para controlar tu ansiedad; deberias utilizar una terápia psicológica cognitivo-conductual, y así podrás vencer la ansiedad y dejar la envidia.
Dentro de lo negativo que te observo, quisiera encender (con tu permiso) una pequeña lucecíta en tu mente, por si te sirve de consuelo, ya que ¡paradojas de la vida! bastantes personajes famosos e ilustrádos: Pio Baroja, G. Garcia Márquez, M. de Falla, J. R. Jiménez, y un largo etc, que como tú, sufrieron algún tipo de hipocóndria.
Es la primera vez que respondo a un mensaje en estos términos y en esta página. Creo que será la última.
