BAENA

Habitantes: 18.736  Altitud: 407 m.  Gentilicio: Baenenses 
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Situación:

La importante población de Baena está situada al sureste de la provincia de Córdoba, entre la Campiña y las estribaciones subbéticas, a 62 kilómetros de la capital. En su término municipal se alza la aldea de Albendín y otros siente caserios. La población del término asciende a 19.322 habitantes (1990).

Monumentos:

El parque municipal dedicado a Ramón Santaella, portegido por una hermosa verja, es uno de los más amplios y cuidados de la provincia.

Posee un rico patrimonio monimental. Así, son numerosas las iglesias que existen en su casco urbano que figuran entre las más interesantes de los pueblos cordobeses. Sobresale la parroquia de Santa María la Mayor ubicada en la parte más alta de la ciudad, en la que fue medina musulmana. Su origen se remonta al siglo XIII. El edificio de hoy día es una construcción gótica del s. XVI.

Señalar la parroquia de San Bartolomé de estilo gótico contres naves, y la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe que perteneció a un antiguo convento de los Dominicos durante el s. XVI, y los conventos de Madre de Dios de estilo gótico tardío y de San Francisco que responde al barroco.

Baena conserva uno de los conjuntos más interesantes de retablos (San José, Virgen del Perpetuo Socorro), y un buen número de imágenes que debido al vigente esplendor de la Semana Santa, sigue creciendo en nuestro tiempo.

Se conservan numerosas piezas de orfebrería, destacando la espléndida custodia procesional de plata repujada del s.XVIII. Comentar a su vez las magníficas rejas platerescas presentes en los distintos templos.

Fiestas:

La celebración de la Semana Santa sobrepasa el ámbito estrictamente religioso, presentandose la integración simbólica de la comunidad formándose dos bandos de judíos: coliblancos y colinegros que tocarán sus tambores en diferentes ocasiones.

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Costumbres:

Económicamente la fama de sus pequeñas pero numerosas huertas se extendió rápidamente siendo sus productos muy apreciados. Pero Baena da nombre a una denominación de origen que protege la calidad de su aceite de oliva virgen, cuyo único tratamiento es la molturación en almazara y el envasado en vidrio.

Las ramas de confección y alimentaria protagonizan en la actualidad el dinamismo de la industria baenense junto con la construcción.

Historia:

El hábitat estuvo ocupado desde la época prehistórica. Son muchos los lugares donde se encuentran restos de poblados y fortificaciones ibero-romanas.

Su situación fronteriza le ocasionará serios conflictos en la época de la Reconquista.

Desde cualquier punto podemos observar el caserío que se derrama desde la cumbre del monte, para quedar remansado a sus pies en el llano. Al sur, la ciudad antigua moruna, coronada por las ruinas de la que fuera en otro tiempo imponente fortaleza de los califas cordobeses. Al otro lado, la Baena moderna del siglo XX con amplias avenidas y aspecto más cosmopolita.

Baena es una localidad Cordobesa situada al suroeste de la provincia, entre la campiña y la sierra subbética, a 60 kilómetros de la capital. Este pueblo blanco, rodeado de olivares, aún conserva su sabor árabe en el trazado de sus calles. El término de Baeza ha constituido desde sus comienzos uno de los enclaves más próspero de la campiña cordobesa, lo cual explica la presencia de numerosas civilizaciones a lo largo de su historia. Testimonios de las culturas ibérica y romana han aparecido y siguen descubriéndose por doquier como muestra del apogeo económico, social y demográfico de que disfrutó su término en la antigüedad. Como era de temer, la localidad de Baena no pudo escapar al expolio del que se la hizo objeto durante la guerra civil, que afectó significativamente a su patrimonio artístico y documental. Afortunadamente, todavía podemos contar con maravillas como los restos de la ciudad ibérico-romana de Iponuba o Iponoba, que llegó incluso a eclipsar la personalidad de Baena durante la edad antigua. Durante la dominación romana la población participó en la guerra entre Viriato y Máximo, en el año 140 a. C. Tras la ocupación árabe de la península, fue entregada por capitulaciones a Fernando III en 1241 quien la entregó a su hermano que la repobló con cristianos. Más tarde pasó a pertenecer al mariscal Don Diego Fernández de Córdoba que recibió el título de conde de Cabra en 1455. Fue durante el emirato de Córdoba cuando la ciudad fortificada de Baena destellaba con luz propia. Por tanto, Baena presenta una acusada personalidad árabe que pervive en su actual arquitectura y en el perfil del pueblo baenense, caracterizado por el antiguo cinturón de murallas que rodeaba a la por aquel entonces villa o medina. En la actualidad Baena es una ciudad agrícola y de servicios con una importantísima producción de aceite de oliva. En este sentido, señalamos que el principal cultivo de la localidad cordobesa es el olivar, detentando incluso una denominación de origen del aceite de oliva que lleva el nombre del pueblo, Baena. Así pues, la superficie de olivar es de 23.456 de hectáreas. Tras éste, se sitúa el trigo, con 4.533 hectáreas de superficie. Las principales actividades empresariales de la localidad que más empleo generan son el comercio y la reparación de vehículos de motor y artículos de uso doméstico. También tiene mucha importancia el sector de la construcción, la industria textil y de la confección, la industria de la alimentación y la hostelería.

HISTORIA. En el térm. de esta v. se descubrió en el mes de agosto del año 1833, un panteón subterráneo, donde se hallaron 12 urnas cinerarias, con varias inscripciones, pertenecientes a individuos de la familia Pompeya, avecindados en ella, los cuales ejercieron los oficios de ediles y duumviros; también se encontraron otras varias antiguallas, que publicaron los periódicos. Reinesio, citado por Florez (tom. 24 pág. 23), publicó una inscripción bailada igualmente en Baena. Esta v. prescindiendo de las ridiculeces que algunos han presentado como datos históricos de ella, se cree ser la Baniana ó Biniana, (se lee de ambos modos) que nombra Ptolomeo, en la región de los túrdulos, asignándola 10º de long., y 38º 15' de latitud. No obstante esta antigüedad, desconocida en la historia, se nos ofrece hasta que viene a figurar en la España agarena siendo su caide por los años de 767 uno de los que fueron molestados y atosigados en las correrías que el Meknesi (que realzó el estandarte negro de los abasides) hacia por la serranía de Ronda, hacia el pais de Arcos y Sidonia. Los campos de Baena fueron talados y saqueados en 1228, por D. Tello de Meneses, gobernador de Arcos. Por los años de 1240, ganó a los moros dicha v. el Santo Rey D. Fernando, mandándola poblar de cristianos. Fué Baena acometida por el rey moro Mahomad, el año 1300; pero se hallaban a la sazón dentro de ella, Alonso Pérez de Sahavedra, que tenía el alcázar, Alonso de Córdoba, Payo Arias, Juan Martínez de Arcos y otros caballeros cordobeses, los cuales, ayudados de sus vec. hicieron una valerosa resistencia, haciendo retroceder a los moros que llegaron a tomar parte de la pobl., en cuyas calles les batieron, teniendo Mahomad que retirarse a Granada. En la misma v. se juntaron en 1319, los ejércitos de los dos hermanos, D. Pedro y D. Juan, infantes y regentes del reino, por minoridad de D. Alonso XI, y entraron en el reino de Granada, desolando todo, y llegando hasta las puertas de la misma cap. de los moros. A esta pobl. llegó en 1362 el rey moro de Granada, con 400 caballos, y 200 infantes, a solicitar por medio del prior de San Juan que se hallaba en la misma, el salvoconducto para hablar y besar la mano al rey de Castilla D. Pedro, con el fin de someterse a su vasallaje, como lo habían estado sus antepasados; en efecto, allí obtuvo el salvoconducto que le concedió el rey D. Pedro; pero este, faltando a su real palabra, y a la generosidad del moro, después de recibirle con halago, le mandó decapitar con los demás caballeros que le acompañaban, enviando los restantes á galeras; el mismo D. Pedro hirió de muerte con su mano y espada al rey moro, apoderándose de las muchas riquezas que este habia llevado. En 1449, fué Baena una de las pobl. que sufrieron los daños de las entradas, y correrías que hizo en este pais, el rey moro de Granada, por invitaciones del rey D. Juan de Navarra, que se hallaba enemistado con el de Castilla. Los caballeros y vec. de esta v., fueron en 1483 a socorrer a Lucena, que estaba sitiada por el rey de Granada, Muley Bahadali, y uniéndose con el alcaide de los Donceles, atacaron a los moros, y los vencieron después de una reñida disputa; el rey moro, que se hallaba al frente de un escuadrón, fué el último que se puso en huida; pero habiéndole herido el caballo, fué hecho prisionero, y libertado de la muerte por los caballeros de Baena, Pedro Fernández de la Membrilla, y conducido al cast. de esta pobl., fué después trasladado a Córdoba. Aun cuando muchos poderosos del reino pretendieron el sen. de esta v., en tiempo del rey D. Enrique II, y en otras épocas, se opuso y representó Baena, para que no se la separara de la real corona; no obstante, el mariscal de Castilla, Diego Fernández de Córdoba, por sus hazañas y méritos, obtuvo su sen. del rey D. Juan II en el año 1427, conservándole después sus descendientes. Esla v. es patria de D. Luis de Salazar, célebre cronista del siglo XVII; de Juan Latino, esclavo de los duques de Baena, y de tan raro talento y aventajado en la lengua latina, que fué el primer catedrático de ella en la Univ. de Granada; de D. Manuel M. Trujillo, ob. de Albarracin y abad de Alcalá la Real; del Ilmo. Sr. D. Fr. Domingo Henares, ob. de Feseiter, y sucesor en el vicariato apostólico de Ton-rin, varón eminente en ciencia y virtud, que padeció martirio en la China; de D. Diego de Monroy, director de la Academia nacional de San Fernando de Madrid, y de otros muchos hombres célebres en las diferentes carreras del Estado.
* Diccionario geográfico - estadístico - histórico de España y sus posesiones de Ultramar, Pascual Madoz. Madrid, 1848.